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Estas ilustraciones fueron creadas por el artista “Puuung”, quien captura la esencia y la calidez de los momentos cotidianos de pareja. Son cosas simples, que se viven todos los días y que a veces no son valoradas, pero que se van guardando en nuestra memoria con un peso que al principio es ignorado y que después surge con gran fuerza. Los dibujos manifiestan ternura, cariño, confianza, porque las escenas que el artista escoge retratar son universales y cada uno de nosotros las ha vivido a su manera:
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Fuente


El cáncer no discrimina género, edad o clase social.

A este actor le tocó ser testigo de cómo su mujer batalló contra esta enfermedad.

Ken Jeong nos ha hecho reír en más de una ocasión, con sus papeles en películas como “¿Qué paso a ayer?” o en la televisión, con “Community”. Pero este actor debió afrontar una situación complicada y dura fuera de cámara. ¿Sabías que su mujer Tran debió batallar contra el cáncer de mama? Deja que él te cuente personalmente su experiencia que, como en sus películas, tiene un final feliz:







Kate y David llevaban tiempo intentando ‘quedar embarazados’ y cuando finalmente lo consiguieron, lloraron de alegría al enterarse de que tendrían mellizos. A las 26 semanas le dijeron a Kate que daría a luz antes y según ella, fue la cosa más aterradora que jamás le habían dicho.

Cuando nacieron los bebés, el médico le dio una mala noticia a la pareja: Uno de ellos no había sobrevivido. David abrazó a su mujer y se puso a llorar. Kate le dijo al doctor que le diera el bebé, lo desenvolvió y lo puso sobre su piel. Le dijo a su marido que se quitara la camisa y que se uniera con ella en la cama para darle calor juntos… Ésto es lo que pasó después…




Emily Coultas  es un bebé de Edimburgo que llegó al mundo de manera prematura, en la semana 24 de gestación y pesando tan solo 534 gramos. Su madre, Claire Cressey se paso un mes sin poder abrazar a su hija, solo la podía ver a través del cristal de la incubadora.

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Ahora Emily ha cumplido su primer mes de vida y ha ganado 200 gramos de peso. Su evolución ha sido positiva y por fin puede sentir el calor y el tacto de su madre Claire.
Una historia con final feliz.



Elizabeth y Max se enteraron de la enfermedad de ella cuando llevaban unos dos años saliendo juntos. La reacción de Elizabeth en un primer momento fue dejarse morir, pero su pareja le pidió que se casase con él y decidió luchar para curarse.

Se casaron y fue tratada de su cáncer de pulmón. Tres años después se quedó embarazada pero recibieron la fatal noticia: El tumor se había reproducido.







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La mujer fue operada pero no podía someterse a las resonancias magnéticas para comprobar el avance del cáncer y tuvo que renunciar a los tratamientos.

Elisabeth dio a luz a su bebé completamente sano, pero su cáncer se había extendido y tuvo que ser ingresada. La mujer luchó con todas sus fuerzas para vivir el máximo de tiempo posible, pero a los dos meses de nacer su hija, falleció.




”Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres “pendientes”.
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés y pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún “café pendiente”?
(Este tipo de caridad, por primera vez apareció en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo).

¿Y TU, PAGARÍAS UN CAFÉ PENDIENTE?

(Vía)






Emily y Jamie. Cuando Kate y David Ogg, una pareja de australianos, eligieron los nombres para sus mellizos, no imaginaron lo que les depararía el destino. El parto se precipitó y a las veintisiete semanas de gestación, Kate tuvo que internarse de urgencia. Emily nació saludable, pero la situación se complicó con Jamie –que apenas pesaba un kilo–. Tenía graves dificultades: no respiraba. Lo intentaron todo… Durante veinte minutos el equipo médico le aplicó al bebé las técnicas de reanimación, pero no lograron que su corazón volviera a latir. “Hemos perdido a Jamie, lo siento”, le dijo el médico jefe a Kate y le entregó a su bebé envuelto en una manta para que le diera el primer y último abrazo. Ella se retiró la bata del hospital y acurrucó a Jamie en un hueco entre su pecho desnudo y su brazo. El papá también acercó su pecho contra el bebé y se fundió en un abrazo con su mujer. “Es el peor sentimiento que uno puede vivir”, comentó poco después David en el programa televisivo Today Tonight, de Australia. Jamie estaba inmóvil.

Los tres estaban en contacto piel a piel, y casi instintivamente sus padres comenzaron a hablarle. Le dijeron qué nombre habían elegido para él, que tenía una hermanita –también recién nacida– y le contaron las cosas que hubiesen querido compartir con él. Le dijeron que lo amaban y que no querían que se fuera. De repente el bebé suspiró, pero los médicos dijeron que sólo eran actos reflejos. Durante dos horas, los Ogg estuvieron acariciando y hablándole al bebé, como si algo los impulsara a seguir haciéndolo, hasta que un jadeo sorprendió a la mamá. “Sentí que se movía como si estuviese asustado, y entonces empezó a jadear más y más regularmente. Pensé: ¡Oh, Dios mío! ¿Qué está pasando? Poco tiempo después, abrió las ojos. Fue un milagro”, asegura Kate, quien junto a su marido es muy creyente, y no deja de dar gracias a Dios por la vida de su hijo. “Todavía está vivo”, se animó a decir Kate, y de inmediato el bebé le agarró el dedo, abrió sus ojos y movió la cabeza de lado a lado.

La madre insistía diciéndole al médico que su hijo estaba respirando, pero éste seguía respondiendo que eran actos reflejos, que era imposible que siguiera vivo. Entonces Kate con su dedo puso un poco de calostro sobre los labios de Jamie, quien comenzó a respirar regularmente. “En ese momento, el médico regresó. Se colocó un estetoscopio, escuchó los latidos de Jamie y moviendo rotundamente la cabeza repitió: ¡No lo puedo creer! ¡No lo puedo creer!”, contó la madre durante una entrevista televisiva en la cual mostró a Jamie, de seis meses, totalmente saludable. Dos horas después de haberlo declarado muerto, Jamie respiraba normalmente. “Por suerte tengo una mujer muy fuerte e inteligente. Hizo lo que hizo, instintivamente. Si ella no hubiera hecho eso, probablemente Jamie no estaría vivo”, señaló David. El parto, muerte y reanimación del bebé quedaron registrados en imágenes grabadas por las enfermeras y el papá de Jamie. Se ve claramente la angustia de los padres y luego su alegría cuando el bebé vuelve a respirar.

BUSCANDO UNA EXPLICACION. En Australia se habla de milagro. Por su parte, los Ogg ponderan el método “Canguro”, que hace referencia al modo en el que las hembras de dicha especie llevan a su cría dentro de la bolsa marsupial para que continúe con su crecimiento fuera del útero. Dicen que el contacto piel a piel entre la mamá y el bebé resulta ser muy efectivo y de vital importancia en los recién nacidos prematuros. ¿Fue realmente un milagro o existe una razón médica para explicar este fenómeno? “En los recién nacidos prematuros tan extremos como este caso, es frecuente que los médicos –por algunos minutos– no puedan auscultar los latidos del corazón. No es un milagro, esta es una situación relativamente frecuente. Por tal motivo, en las maternidades se espera un tiempo prudencial, que dependerá de la edad gestacional del bebé, antes de dar por muerto a un recién nacido prematuro”, explica el Dr. Miguel Larguía, jefe de neonatología de la Maternidad Sardá al ser consultado por Para Ti. “El hecho de que la mamá haya mantenido tanto tiempo al bebé sobre el pecho desnudo, hizo que pudiera conservar la temperatura y que por sus propios medios volviera a iniciar la respiración. No llegó a enfriarse porque estaba en brazos de su madre. Seguramente si ese bebé hubiese sido trasladado a la morgue de la clínica, no hubiera sobrevivido. Este fenómeno se da con mucha frecuencia en prematuros extremos, de 23 a 27 semanas de gestación”, señala Larguía.

Hoy, Jamie es un bebé saludable de seis meses. Si permaneció tanto tiempo sin respirar, ¿por qué no sufrió secuelas debido a la falta de oxígeno? “La tolerancia a la asfixia es muy diferente en un bebé prematuro que en un recién nacido a término. Estas cuestiones pasan todo el tiempo”, responde el especialista.

CONTACTO PIEL A PIEL. Desde UNICEF, donde hacen campañas para dar información a mamás de bebés nacidos antes de tiempo, destacan el valor y la importancia del contacto piel a piel entre madre e hijo. “Sin duda, las caricias y el hecho de tenerlo sobre su pecho desnudo, contribuyó a que este bebé volviera a respirar. Nosotros en la maternidad realizamos la técnica llamada copap que es, precisamente, el contacto piel a piel. Cuando el bebé prematuro ya puede regular la temperatura y está estable, lo sacamos transitoriamente de la incubadora para que esté piel a piel con su mamá. Esto es muy reconfortante para los dos, una técnica muy recomendable que nada tiene que ver con el método ‘Canguro’, que nació en Colombia”, asegura Larguía.

Este método consiste en mantener al recién nacido de bajo peso, apenas vestido y recostado sobre el tórax de la mamá, en posición vertical decúbito prono (como una rana) en contacto directo con la piel. Fue implementada en 1979 por los doctores Héctor Martínez Gómez y, más tarde, por Luis Navarrete Pérez. En 1993 se creó el Programa Madre Canguro ISS-World Lab en la Clínica del Niño de Bogotá, Colombia. “Este método se aplicó en Colombia, en lugares donde no tenían incubadora. Era un recurso válido colocar a los bebés en bolsas, en brazos de sus madres para lograr que sobrevivieran sin tecnología. Pero aplicar este sistema en bebés prematuros, que deben estar asistidos sí o sí en una incubadora, es un despropósito. Distinto es cuando el bebé está estabilizado y se lo saca momentáneamente de la incubadora para recibir el contacto piel a piel con la mamá. El contacto piel a piel se debe hacer. Es un derecho de los padres y los bebés”, concluye Larguía.











Con un bebe de brazos, una mujer muy asustada llega al consultorio de su ginecólogo y le dice:
Doctor: por favor ayúdeme, tengo un problema muy serio.
Mi bebé aún no cumple un año y ya estoy de nuevo embarazada.
No quiero tener hijos en tan poco tiempo, prefiero un espacio mayor entre uno y otro.....
El médico le preguntó: Muy bien, ¿qué quiere que yo haga?
Ella respondió:
Deseo interrumpir mi embarazo y quiero contar con su ayuda.
El médico se quedó pensando un poco y después de algún tiempo le dice: Creo que tengo un método mejor para solucionar el problema y es menos peligroso para usted.
La mujer sonrió, pensando que el médico aceptaría ayudarla.
Él siguió hablando: Vea señora, para no tener que estar con dos bebés a la vez en tan corto espacio de tiempo, vamos a matar a este niño que está en sus brazos.
Así usted tendrá un periodo de descanso hasta que el otro niño nazca.
Si vamos a matar, no hay diferencia entre uno y otro de los niños.
Y hasta es más fácil sacrificar éste que usted tiene entre sus brazos puesto que usted no correrá ningún riesgo.

La mujer se asustó y dijo: ¡No, doctor! ¡Que horror! ¡Matar a un niño es un crimen!
También pienso lo mismo, señora, pero usted me pareció tan convencida de hacerlo, que por un momento pensé en ayudarla.
El médico sonrió y después de algunas consideraciones, vio que su lección surtía efecto.
Convenció a la madre que no hay la menor diferencia entre matar un niño que ya nació y matar a uno que está por nacer, y que está vivo en el seno materno.
¡ EL CRIMEN ES EXACTAMENTE EL MISMO !

No...!!!!!!! al aborto



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